¿Qué ha sido de las personas inalcanzables?

15/09/2025¿Qué ha sido de las personas inalcanzables?

15/09/2025 Hubo un tiempo donde la felicidad podía encontrarla en la fonoteca de la biblioteca de mi ciudad, una y mil veces acudí para escuchar el mismo disco de vinilo de una de mis cantantes favoritas. Una y mil veces, sabía que disco me tenían que poner antes de pedirlo. Solo tenía que entrar y ponerme los auticulares, un ritual que se producía mientras el encargado de poner mi música, sacaba con el mismo ritual el disco de la funda y del plástico protector.

Empezaba a soner y la mágica evasión me hacía sobrevolar esa felicidad que me sostenía por unas horas, las suficientes hasta que la caída de la noche, en mi dormitorio, abría una nueva ocasión de soñas escuchando en el transistor blanco, los programas de Radio 3.

Después, ya en duermevela, podía apagarla y empezar a soñas y descansar en paz hasta la mañana siguiente en la que el colirrojo se ponía en su esquina favorita del edificio que veía desde mi ventana, anunciándome el amanecer y permitiéndome mirar por ella y acoger los primeros rayos de sol que, con su luz anaranjada, rastreaban las laderas de mis montañas sagradas, esas a las que pertenezco y me pertenecen desde el comienzo de todo.